Año 2022, el planeta sufre una escasez de alimentos debido a la sobre-explotación y la contaminación que, prácticamente, han terminado con los recursos naturales. La acción nos sitúa en un New York superpoblado donde la gente vive en condiciones miserables y se amontona en las calles y portales. Se alimentan de un compuesto sintético a base de plancton llamado soylent, ya que los pocos alimentos naturales que quedan están reservados a la élite, una selecta minoría que vive aislada de la población en pisos de lujo y mantiene el control político y social con una represión salvaje. Robert Thorn (Charlton Heston) es el policía encargado de investigar el asesinato de William Simonson (Joseph Cotten), un importante hombre de negocios perteneciente a esa élite y ex-directivo de Soylent Corporation, la empresa que monopoliza la fabricación del soylent, único alimento de la población. Thorn con la ayuda de su anciano amigo Sol Roth (memorable Edward G.Robinson en su último papel) se implican en una trama, que, con muchas dificultades, les llevara a descubrir el terrible secreto que se esconde tras el nuevo soylent green.
Cuando El Destino Nos Alcance ( Soylent Green, 1973) está dirigida por el artesano Richard Fleischer, director de clásicos como Vikingos, Tora! Tora! Tora! o El Estrangulador De Boston, que nos ofrece una película crítica sustituyendo el pánico antinuclear que tanto se había utilizado en la ciencia-ficción por algo más terrenal: la represión de gobiernos totalitarios, la contaminación, la escasez de comida y la superpoblación. Y sabemos que esto es algo que ha ido a peor.
Quizás podamos hacer algo antes de que el destino nos alcance.
Sir Christopher Price.